Esta terapia realizada mediante la imposición de manos es muy efectiva en situaciones de emergencia, tanto en el caso de un problema físico como emocional.
Estos primeros auxilios pueden aliviar rápidamente el dolor de un accidentado y se consideran como una valiosa herramienta curativa y relajante, complementaria a la intervención médica posterior.
Por ejemplo, podemos aliviar las contusiones producidas por un accidente de tráfico colocando las manos sobre los hombros y el cuello de la víctima, o bien tratar una articulación y reducir la hinchazón ...
Una de las posiciones de urgencia más efectivas consiste en apoyar una mano sobre las cápsulas suprarrenales (es decir, encima de los riñones) y otra sobre el área afectada, lo que impide que la persona entre en estado de shock.
Con el Reiki, también podemos canalizar energía directamente sobre las heridas. En el caso de heridas abiertas o quemaduras, conviene aplicar un tratamiento sin contacto, manteniendo las manos a unos centímetros del herido, trabajando sobre su aura. También es una técnica recomentada en el caso de fracturas óseas. Recuerda que la energía del Reiki se percibe incluso a través de vendajes y escayolas.
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