La meditación es el proceso a través del cual entrenamos la mente para crear conscientemente el tipo correcto de pensamientos que queremos tener. Para que los beneficios de la meditación se hagan efectivos, necesitamos practicarla de manera regular, como parte de nuestra rutina diaria.
En el campo de la acción, nos confrontamos con diversos tipos de situaciones
adversas e incómodas, cuyo primer y más inmediato efecto se produce en el nivel
de nuestros pensamientos, antes de que su influencia se manifieste en la
expresión de la cara o en las palabras o acciones. Nos damos cuenta, en nuestro
interior de que los pensamientos (y como resultado nuestra respuesta a través
de las acciones) que creamos en esos momentos no son los adecuados. Queremos
inculcar el hábito de que los patrones de pensamiento sólo sean los que nos
gustan o consideramos correctos, positivos y poderosos, no importa lo que
suceda.
¿Así que por dónde empezamos? La meditación es el punto de partida. La
meditación es el momento en el que conscientemente creamos pensamientos de
calidad positiva.
¿Qué beneficio conseguimos? En esos momentos, estamos
cambiando el hábito muy antiguo y arraigado de crear pensamientos erróneos y
desestabilizadores cuando afrontamos situaciones adversas.
¿Cómo hacemos esto? A través del intelecto. El intelecto es la facultad de
nuestra consciencia que nos permite tomar las riendas de la mente y elegir la
dirección en la que queremos que la mente viaje. Durante la meditación,
exploramos y contemplamos conceptos de conocimiento espiritual como la
perspectiva de nuestro ser como un alma, un ser de luz. Con el intelecto nos
enfocamos en esta realidad sutil.
El intelecto es la facultad que nos permite concentrarnos en el pensamiento que
elegimos. En general nos resulta más fácil enfocarnos en aspectos físicos o
prácticos y se vuelve más resbaladizo enfocarse en pensamientos sutiles, como
el de que soy un alma, un punto de luz, y mi lugar de residencia en este cuerpo
físico es el centro de la frente, justo detrás de los dos ojos. Otro
pensamiento sutil es el de que Dios, el Alma Suprema, la fuente de todos los
poderes espirituales, también es un punto de luz, que brilla en la dimensión
espiritual.
Es sólo con la concentración del intelecto que podemos acceder a hermosas, profundas
y transformadoras experiencias espirituales. Y el único método para desarrollar
la capacidad de concentración del intelecto es la práctica continuada y atenta,
con determinación y propósito.
Si quieres empezar a disfrutar de los beneficios de la meditación, pincha en el siguiente enlace:
Próximo Taller de Técnicas de Meditación
"......Se dice que alguien le pregunto al Buda “¿Qué es lo que tú y tus discípulos practicáis? El les respondió: “Nosotros nos sentamos, caminamos y comemos”. Entonces le volvió a cuestionar: “Pero cualquiera puede sentarse, caminar y comer”. A lo que el Buda contestó: “Nosotros, al sentarnos, somos conscientes de estar sentados, al caminar, somos conscientes de estar caminando...de estar caminando y al comer, somos conscientes de estar comiendo.”
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MEDITAR CAMINANDO
"......Se dice que alguien le pregunto al Buda “¿Qué es lo que tú y tus discípulos practicáis? El les respondió: “Nosotros nos sentamos, caminamos y comemos”. Entonces le volvió a cuestionar: “Pero cualquiera puede sentarse, caminar y comer”. A lo que el Buda contestó: “Nosotros, al sentarnos, somos conscientes de estar sentados, al caminar, somos conscientes de estar caminando...de estar caminando y al comer, somos conscientes de estar comiendo.”
Como realizar la meditación caminando:
1.
No propósito.
Al caminar no te enfoques en ningún propósito
en particular. Disfruta simplemente el hecho de caminar. Date el permiso de
disfrutar y observar intensamente si ningún juicio a cada paso que des.
2.
Desapego.
Despréndete de tus preocupaciones y ansiedades
mientras caminas. Al entrar en esta dinámica de caminar conscientemente, no hay
cabida para ningún otro pensamiento que no sea el de estar atento al presente.
Date permiso de simplemente caminar unos cuantos minutos simplemente por el
hecho de caminar.
3. Sonríe como el Buda.
Si
dibujas una leve sonrisa en tu rostro tal como lo hacia el Buda mientras
caminas, comenzarás a experimentar una profunda sensación de paz, serenidad y
bienestar total. “Al sonreír todo tu ser se renueva y tu práctica se fortalece.
No tengas miedo de sonreír.”
4. Respira conscientemente.
Este es uno de los ingredientes más
importantes de esta práctica. Respirar conscientemente significa estar presente
en cada inhalación y en cada exhalación. Presta atención a tu respiración
mientras caminas.
5. Cuenta tus pasos.
Una buena ayuda al principio es contar los
pasos cuando inhales y exhales. Si en el momento de tomar aire ya llevas 4
pasos, cuenta mentalmente del 1 al 4. Si
al exhalar solo llevas 3 pasos cuenta del 1 al 3 sin intentar controlar o
acompasar. Simplemente conviértete en un observador de tu respiración.
6. Gathas.
También, en lugar de números puedes pronunciar
palabras con el ritmo de tu respiración. Puedes seguir el ritmo por ejemplo con
la palabra Aquí/Ahora. Si das cuatro pasos con la inhalación puedes decir con
cada paso “aquí”, “aquí” , “aquí”, “aquí”… y en la exhalación: “ahora”,
“ahora”, “ahora”, “ahora”,… Puedes utilizar cualquier palabra o frase que tenga
sentido para ti. También las palabras Llegando/Casa. Siéntete libre de usar tu
creatividad y usar palabras que resuenen dentro de ti.
7.
Camina como un emperador.
Date el permiso de caminar con seguridad como
si fueras el soberano de este planeta. Que cada paso que des sea una afirmación
o un mandato real hacia la Paz y la felicidad de la tierra.
8. Pasos de flor de loto.
Visualiza que con cada paso que das en la
tierra brota de ella una hermosa y radiante flor de loto o la flor de tu
preferencia. Esta técnica en particular te parecerá extraña pero créeme que
vale la pena intentarlo. El sentimiento de arraigo y plenitud de esta práctica
está más allá de las descripciones que pueda realizar.
9. Camina cuando estés enojado.
En ocasiones cuando más necesitamos de estas
herramientas es cuando más pretextos ponemos. “No estoy de humor para eso”,
“cuando se me pase el enfado lo haré”. Sin embargo es en esos momentos cuando
más lo necesitamos. Por eso, cuanto más
practiques estas técnicas, más fácil será hacer uso de ellas, en el momento en
que de más las necesites.
10. Aprovecha el momento.
No existe el momento perfecto para caminar
conscientemente. No te limites a programar “un espacio” para meditar caminando.
Aunque lo ideal sería caminar por un sendero inspirador tomándonos el tiempo
cada día para realizarlo, tu realidad puede ser muy diferente. Aprovecha cada
momento del día para caminar conscientemente. Cuando estaciones tu coche camina
hacia tu destino conscientemente. Cuando estés en la calle, de camino a la
parada, en el centro comercial, simplemente recuerda sonreír y aprovecha el
momento.
MEDITACIÓN PARA ENVIAR ENERGÍA A LA TIERRA
MEDITACIÓN CON LOS SÍMBOLOS DEL SEGUNDO NIVEL DE REIKI
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