Los niños absorben la energía Reiki con asombrosa rapidez. Por ello, las sesiones de Reiki en la infancia deben ser más breves que en el caso de los adultos. Generalmente, suelen estar mucho menos bloqueados y además pueden liberarse más rápidamente, ya que su canal energético está más abierto, serán suficientes unos diez o quince minutos para un recién nacido; entre quince y veinte minutos a los dos años y una media hora antes de cumplir los diez años.
Los mejores terapeutas de Reiki, para un niño, son sus padres. Si éstos son practicantes de Reiki, además de tratar a sus hijos con cariño, podrán transmitirles energía sanadora cada vez que los acaricien o abracen, aportándoles un suplemento de consuelo cuando se encuentren tristes o físicamente enfermos.
Para tratar a un niño pueden usarse todas las posiciones de manos, empezando por las de la cabeza y siguiendo por el pecho, el estómago y las extremidades. Con el Reiki infantil podremos curar los problemas más habituales, como es el caso de malas digestiones, resfriados y pequeñas contusiones.
Si tienen problemas de sueño, el Reiki es una herramienta ideal para conseguir que los niños descansen .. y para que podamos descansar nosotros. Bastarán unos minutos de Reiki para calmar los llantos del bebé a medianoche, pues su respiración se hará más regular y no tardará en dormirse.
Cuando el niño es más mayor, podremos transmitirle un poco de Reiki mientras leemos su cuento favorito, aplicando la mano libre sobre su pequeña frente o sobre su pecho.
Además los niños son excelentes transmisores de energía Reiki, sus padres se verán invadidos de un reparador y dulce flujo de energía vital, proveniente de sus propios hijos.
Los niños que practican Reiki....
- Se vuelven más sosegados, si tienen un caracter hiperactivo.
- Son más despiertos
- Disfrutan compartiendo y son menos egoístas.
- Son más autosuficientes y responsables.
- Disfrutan con alegría del trato humano.
- Reaccionan con tranquilidad ante las dificultades cotidianas.
- Colaboran con sus padres cuando éstos tienen problemas.
- Todo lo que hacen aparece revestido de ternura y cariño y alegría de vivir.
He tenido la oportunidad de iniciar en Reiki a hijos de alumnos míos, desde los 4 años hasta los 13 años , y puedo constatar que todo lo anteriormente citado como beneficioso y otras muchas cualidades más, se pueden observar en un niño que practica Reiki.
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