Creamos experiencias a través de nuestros propios
pensamientos. Hemos de ser conscientes del poder de nuestra mente.
Necesitamos tomar la decisión de no permitir que las influencias externas
dicten cuáles son nuestros pensamientos y sentimientos. No dejarnos
influenciar por las opiniones, actitudes y negatividad de los demás.
Convertirnos en los dueños de nuestros pensamientos, experiencias y
destino.
Los pensamientos hirientes surgen de la ilusión del ego.
Creamos el ego al olvidarnos de nuestra naturaleza espiritual y eterna y
nos identificamos con el cuerpo, el rol y los factores limitados de
nuestras circunstancias. La base del ego es el miedo. Todo lo que
percibimos a través del ego es falso y nos separa de todo lo que realmente
somos. A través del ego sufrimos.
Podemos elegir desprendernos de las heridas del pasado, comprender que son el resultado de una identidad falsa
Podemos elegir desprendernos de las heridas del pasado, comprender que son el resultado de una identidad falsa
Concentrémonos
en conocernos a nosotros mismos como todo lo que realmente somos - un alma
pacífica - y renovemos nuestra verdadera identidad.
Reconozcamos que los que nos han herido estaban bajo la influencia de lo que no es real y perdonémosles.
Perdonémonos también a nosotros mismos.
Reconozcamos que los que nos han herido estaban bajo la influencia de lo que no es real y perdonémosles.
Perdonémonos también a nosotros mismos.
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