Yo
tengo que aprender a recibir. Nunca me lo he permitido.
En su
extraordinario libro “Los Secretos de la... Mente Millonaria”, T
Harv Eker menciona que los ricos son “excelentes receptores”,
destacando con ello que si queremos tener en abundancia, debemos
saber dar, pero también saber recibir.
A
continuación, el mensaje de Eker:
“La razón fundamental por la que a la mayoría de las personas le supone un problema recibir es porque siguen, sin ser conscientes de ello, el viejo principio: “Es mejor dar que recibir”.
“La razón fundamental por la que a la mayoría de las personas le supone un problema recibir es porque siguen, sin ser conscientes de ello, el viejo principio: “Es mejor dar que recibir”.
La
idea en conjunto es ilógica . ¿Qué es mejor: frío o calor, grande
o pequeño, izquierda o derecha, dentro o fuera? Dar y recibir son
dos caras de la misma moneda.
Quienquiera que decidiese que es mejor lo primero que lo segundo, simplemente tendrá un escaso conocimiento de las matemáticas: por cada uno que da debe haber uno que recibe, y por cada uno que recibe debe haber uno que da. ¿Cómo podrías dar si no hubiese alguien o algo que recibiese? Ambos tienen que estar en perfecto equilibrio para trabajar de tú a tú, al cincuenta por ciento cada uno, y puesto que el dar y el recibir deben igualarse siempre mutuamente, han de ser también iguales en importancia.
¿Qué sensación produce dar? La mayoría de nosotros estaría de acuerdo en que dar produce una sensación maravillosa y de plenitud. A la inversa. ¿Cómo te sientes cuando quieres dar y la otra persona no está dispuesta a recibir? La mayoría de nosotros estaría de acuerdo en que es una sensación frustrante.
Quienquiera que decidiese que es mejor lo primero que lo segundo, simplemente tendrá un escaso conocimiento de las matemáticas: por cada uno que da debe haber uno que recibe, y por cada uno que recibe debe haber uno que da. ¿Cómo podrías dar si no hubiese alguien o algo que recibiese? Ambos tienen que estar en perfecto equilibrio para trabajar de tú a tú, al cincuenta por ciento cada uno, y puesto que el dar y el recibir deben igualarse siempre mutuamente, han de ser también iguales en importancia.
¿Qué sensación produce dar? La mayoría de nosotros estaría de acuerdo en que dar produce una sensación maravillosa y de plenitud. A la inversa. ¿Cómo te sientes cuando quieres dar y la otra persona no está dispuesta a recibir? La mayoría de nosotros estaría de acuerdo en que es una sensación frustrante.
Así
pues, graba esto en tu mente: si no estás
dispuesto a recibir, estás rechazando, apartando de ti a quienes
quieren darte.
Estás,
realmente, negándoles el gozo que proviene de dar, y por tanto, se
sienten mal. Porque todo es energía, y cuando quieres dar pero no
puedes, esa energía no consigue expresarse y se estanca en ti. Esa
energía “atascada” se transforma en emociones negativas”.
Sé
generoso, permítete recibir
T. Harv Eker