En ciertas tradiciones mágicas, los discípulos dedican un día al año o un fin de semana, si fuese necesario, a entrar en contacto con los objetos de la casa.
Tocan cada cosa y preguntan en voz alta:
- ¿Realmente necesito esto?
Cogen los libros de la estantería:
- ¿Volveré a leer este libro algún día?
Miran los recuerdos que guardaron:
- ¿Aún considero importante el momento que este objeto me hace recordar?
Abren todos los armarios:
- ¿Cuánto tiempo hace que tengo esto y no lo he usado? ¿Lo voy a necesitar?
Dice el maestro: Las cosas tienen energía propia. Cuando no se utilizan, acaban por transformarse en agua estancada dentro de casa, un buen lugar para mosquitos y podredumbre.
Es preciso estar atento, dejar que la energía fluya libremente
- ¿Realmente necesito esto?
Cogen los libros de la estantería:
- ¿Volveré a leer este libro algún día?
Miran los recuerdos que guardaron:
- ¿Aún considero importante el momento que este objeto me hace recordar?
Abren todos los armarios:
- ¿Cuánto tiempo hace que tengo esto y no lo he usado? ¿Lo voy a necesitar?
Dice el maestro: Las cosas tienen energía propia. Cuando no se utilizan, acaban por transformarse en agua estancada dentro de casa, un buen lugar para mosquitos y podredumbre.
Es preciso estar atento, dejar que la energía fluya libremente
Cuento de Pablo Coelho
Cualquiera de estas prácticas es saludable sobre todo para el espíritu, deshacerse de lo viejo, volver a leer aquel libro , borrar los recuerdos que te probocan sufrimiento, desprenderte de lo innecesario
ResponderEliminarRenovarse por dentro y por fuera, que corran nuevas brisas
Gracias Virginia por este hermosos cuento que invita a la reflexión
un abrazo