A la hora de elegir una técnica de relajación es importante tener en cuenta cada caso individualmente, ya que según nuestro estado físico y emocional pueden ser más convenientes unas que otras. No obstante si se carece de tiempo para seguir una terapia de forma periódica, podemos practicar algunos sencillos ejercicios que nos ayudarán a descargar momentáneamente la tensión física del día a día. Por ejemplo, un primer paso, sería aprender a respirar, ya que la mayoría lo hacemos de una manera entrecortada, acelerada y muy superficial. La idea es acostumbrarse a respirar desde el abdomen, ya que tendemos a hacerlo simplemente desde el pecho e incluso desde la garganta. Ésta es la respiración adecuada. Aprovecha más capacidad pulmonar con el mínimo esfuerzo y es más eficiente energéticamente. Induce a la relajación emocional y mental. Practicando esta forma de respirar de manera lenta, rítmica y continua, se consigue llegar a estados de relajación profundos, eliminar el estres de la vida cotidiana, bajar los niveles de ansiedad y llevar una vida más saludable.
Podemos practicar esta respiración cuando digamos diariamente, LOS CINCO PRINCIPIOS DE REIKI, así entraremos en el estado meditativo que propiciará los beneficios de estos mantras en nuestro organismo, logrando nuestro equilibrio físico, espiritual y mental.
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