Cada vez con más frecuencia suelen preguntarme, si Reiki se le puede dar a una mujer embarazada y, si es así, cuáles serían sus beneficios.
Para las futuras mamás, el Reiki ha demostrado ser un tratamiento complementario ideal. No hay nada mejor que un buen baño de energía vital para transmitir un flujo de energía curativa, tanto al bebé como a la madre.
Para tratar a una mujer embarazada, ésta debe sentarse con la espalda bien recta o permanecer tumbada. Durante los primeros días de gestación, el Reiki hace que disminuyan las náuseas, el cansancio y los dolores asociados al embarazo, sobre todo si se trabajan las zonas del corazón, el hígado, el bazo y el vientre.
Conforme avanzan los meses, la imposición de manos contribuye a disipar la angustia del parto y calma a la mujer que se impacienta ante los futuros cambios en su vida.
AUTOTRATAMIENTO:
También puede practicarse el autotratamiento, que servirá a la madre para disfrutar de preciosos momentos de conexión con su bebé.
PARTO:
Llegado el momento de dar a luz, el Reiki armoniza el ánimo de los padres y atenúa los dolores del parto. Después del nacimiento, podemos aplicar energía Reiki al recién llegado. De esta forma , el niño recibirá la energía necesaria para su adaptación al nuevo medio y la madre recuperará más pronto su equilibrio físico y psicológico.
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