En los cursos de Reiki, se enseña que un reikista cuando conecta con Reiki, su canal central se asemeja a una caña de bambú, por la que pasa la energía universal.
El Reiki tomó de la naturaleza,como símbolo el bambú, que en su simplicidad, resistencia al viento, vacío, rectitud y perfección, puede representar, metafóricamente, el funcionamiento de la energía.
El bambú es flexible a pesar de ser fuerte, reverencia al viento que lo roza cuando sopla, se dobla a la vida, mostrándonos que cuanto menos se oponga un ser a la realidad de la vida, más resistente se volvera para vivir con plenitud. El bambú es fuerte, y sirve para la construcción de embarcaciones, muebles y edificaciones, de igual manera todos los que reciben el Reiki, tieden a permanecer fuertes y resistentes.
Entre un nudo y otro, el bambú es hueco, vacío, como vacío es el espacio entre el cielo y la tierra, representando a los que eligieron ser canales de Reiki, los cuales pasan a funcionar en ese vacío como verdaderos "tubos" canalizadores de energía cósmica.
La rectitud sin igual del bambú, la perfección de su proyección hacia las alturas, así como sus nudos, los cuales simbolizan las diferentes etapas del camino, simbolizan el objetivo de
nuestro itinerario interior de nuestro crecimiento y de la evolución en dirección a la meta.
En Japón, el bambú es una planta de buenos auspicios, de buena suerte, pintar el bambú es considerado no solo arte, sino también un ejercicio espiritual. En algunas culturas africanas, el bambú es un símbolo de alegría, de felicidad, de vivir sin enfermedades ni preocupaciones.
Es interesante observar como esta simbología, tiene que ver con los principios del Reiki