2013/11/15

PROGRESO ESPIRITUAL Y MATERIAL

    
Si deseas progresar, no es suficiente sólo pensar acerca de ello. El pensamiento es importante, es la semilla, pero tiene que haber determinación.
La determinación es el agua que riega la semilla y se ha de aplicar con constancia y perseverancia.

Si deseas progresar, no es suficiente hablar de algo hermoso, de la imagen que albergas acerca de tus ideales. Tienes que tener determinación, porque la determinación es lo que tomará esa imagen de la mente y la pondrá en la acción.

Si deseas progresar, actúa en silencio, no hables demasiado acerca de tus planes. Háblale a tu mente cada día, y aliméntala con pensamientos puros y positivos, pensamientos que la llenen de luz y de fortaleza.

Si deseas progresar, es hora de dejar de huir, de estar asustado. Es tiempo de afrontar todo lo que has de cambiar en ti y tener fe, no sólo en Dios, sino también en ti mismo. Tienes que asumir que eres el creador de tu propio destino y todas las implicaciones y responsabilidades que ello conlleva. Asumir tu dignidad original y actuar de acuerdo a ello.

Si deseas progresar, recuerda… en la memoria residen las respuestas, las pistas correctas. Porque dentro de ti existe un enorme potencial que anhela despertar y ser usado.

Este potencial te está llamando.
 
B.K.

2013/11/12

¿CÓMO ELEGIMOS?


 
 El nivel en el que hayamos reflexionado y desarrollado nuestros valores determina nuestro poder de controlar la corriente de pensamientos que surge en respuesta a los estímulos externos.

Es esencial reafirmarnos internamente como un ser fundamentalmente positivo y que tiene una capacidad de decidir lo que piensa, dice y hace. Tenemos la capacidad de escoger una respuesta constructiva o negativa.

¿Cómo hace elecciones una persona?, ¿Cómo es el proceso de la elcción?
 
 Diversos factores limitan nuestra capacidad de elegir libremente. Estos factores son limitaciones que vienen de hábitos existentes y de las influencias de las personas, y dominan nuestros pensamientos, actitudes, etc. También nos limita la influencia de nuestros propios miedos, deseos, y falta de claridad. Cuanto más practicamos el pensamiento positivo y la meditación, más nos liberamos de estos factores limitadores.

¿Qué influencias son las que nos dominan de una forma u otra?
 
Muchas personas no están acostumbradas a pensar por sí mismas, e incluso prefieren seguir lo que piensan los demás. Requiere dar un paso de coraje el sentarnos tranquilamente, pensar en las opciones éticas que tenemos frente a nosotros, evaluarlas considerando todas sus implicaciones y tomar una decisión. A medida que pasamos por la infancia y la juventud adquirimos preconceptos de nuestro entorno social. De esta forma llegamos al punto de creer que algunas cosas son siempre positivas y otras son siempre negativas, cuando de hecho puede que sean neutrales. El aspecto de bueno o malo no es inherente a nada, sino que es nuestro pensamiento lo que lo vuelve beneficioso o perjudicial.

Tenemos la opción de posicionarnos ante las situaciones de la vida desde un estado de contentamiento, alegría, calma, coraje y libres de preocupaciones o bien desde una actitud de queja, críticas, descuido, confusión, agresividad y cobardía. Dependiendo de nuestro posicionamiento interno así serán los pensamientos, la perspectiva, la visión y las elecciones que hagamos.
 
B.K.

2013/11/09

POEMAS DEL CAMINO DEL SENSEI MIKAO USUI


Apóyate en el Reiki
para activar todos los poderes
manifiestos,
pacificar tu ambiente
y crear un mundo hermoso.
 
Reiki, el manatial del poder del amor,
hace que la gloria de ese amor
se siga incrementando,
con cada respiración.
 
Reiki, el poder que armoniza
todas las cosas,
nunca dejes de pulir esa joya
tú que recorres este Camino
 
Reiki, y sus misterios,
nunca podrán ser abarcados
ni con la pluma ni con la boca.
no dependas de las palabras,
para atrapar sus misterios 
 
 Sensei Mikao Usui

2013/11/07

DESARROLLAR RESILENCIA INTERIOR


La resiliencia es la habilidad de reponerse rápidamente de los desengaños, decepciones y trastornos y no permitir que nos dominen o subyuguen. Es la capacidad para afrontar la adversidad y lograr adaptarse, bien, ante las tragedias, los traumas las amenazas o el estres severo.

¿Cómo perdemos nuestra elasticidad o nuestra resiliencia? Las expectativas y deseos de obtener resultados particulares en las diferentes situaciones es algo que reduce nuestra resiliencia. Cuando nos aferramos a esas expectativas acabamos en una posición de debilidad que nos hace sentir vacíos. Entonces, si las cosas se tuercen, nuestras mentes entran en un ciclo de contrariedad y malestar y no sentimos que podamos hacer nada para detenerlo.

Ser resiliente no significa no sentir malestar, dolor emocional o dificultad ante las adversidades. La muerte de un ser querido, una enfermedad grave, la pérdida del trabajo, problemas financiero serios, etc., son sucesos que tienen un gran impacto en las personas, produciendo una sensación de inseguridad, incertidumbre y dolor emocional. Aún así, las personas logran, por lo general, sobreponerse a esos sucesos y adaptarse bien a lo largo del tiempo.
 
El camino que lleva a la resiliencia no es un camino fácil, sino que implica un considerable estrés y malestar emocional, a pesar del cual las personas sacan la fuerza que les permite seguir con sus vidas frente la adversidad o la tragedia. Pero, ¿cómo lo hacen?
La resiliencia no es algo que una persona tenga o no tenga, sino que implica una serie de conductas y formas de pensar que cualquier persona puede aprender y desarrollar.
 
Características de las personas resilientes
Las personas resilientes poseen tres características principales: saben aceptar la realidad tal y como es; tienen una profunda creencia en que la vida tiene sentido; y tienen una inquebrantable capacidad para mejorar.
Qué contribuye a que una persona sea más resiliente
El apoyo emocional es uno de los factores principales. Tener en tu vida personas que te quieren y te apoyan y en quien puedes confiar te hace mucho más resiliente que si estás solo.
  • Permitirte sentir emociones intensas sin temerlas ni huir de ellas, y al mismo tiempo ser capaz de reconocer cuándo necesitas evitar sentir alguna emoción y centrar tu mente en alguna distracción.
  • No huir de los problemas sino afrontarlos y buscar soluciones. Implica ver los problemas como retos que puedes superar y no como terribles amenazas.
  • Tomarte tiempo para descansar y recuperar fuerzas, sabiendo lo que puedes exigirte y cuándo debes parar.
  • Confiar tanto en ti mismo como en los demás.

Para edificar la resiliencia, primero tenemos que observar y descubrir por qué queremos algo. Pregúntate: ¿por qué quiero esto? A medida que surjan respuestas, sigue haciéndote la pregunta y descubriendo nuevas capas. Finalmente, averiguarás que la causa última es que eso que quieres te va a traer paz, amor o felicidad.

Esta paz, amor y felicidad que queremos son, de hecho, los principales factores de motivación detrás de prácticamente todo lo que hacemos. Cuando somos niños, experimentamos estas cualidades de forma natural. A medida que crecemos, nos alejamos de esa experiencia. Aprendemos a creer que la paz, el amor y la felicidad son productos que, de alguna manera, tenemos que conseguir o comprar ahí fuera. Nos olvidamos de que nosotros somos eso: paz, amor y felicidad.

Podemos reconstruir nuestra resiliencia enfocándonos en nuestra paz, amor y felicidad interiores. Siéntate en silencio y reflexiona y medita sobre la paz, el amor y la felicidad. Cuanto más incrementes tu experiencia de estos estados internos del ser, más se convertirán en tu estado natural, que a su vez, influye en tu manera de pensar.

Finalmente, podemos desarrollar tal resiliencia que, al afrontar el desengaño o la decepción, seamos capaces de permanecer alegres y descubrir el beneficio en aquello que previamente hubiéramos experimentado como un gran disgusto.